09 agosto 2006

Meditación y Respiración


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Para la mayoría de las tradiciones espirituales, así como también para la visión del mundo de la teoría de sistemas, es básico el reconocer que no somos entes separados, aislados, sino partes integrales y orgánicas de la vasta red de la vida. Como tales, somos como neuronas en una red neuronal, a través del cual fluyen corrientes de consciencia de lo que nos ocurre, en cuanto a especie y en cuanto a planeta. En ese sentido, el dolor que sentimos por nuestro mundo es un testimonio vivo de nuestra interconexión con él.

Si negamos este dolor, entonces nos volvemos como neuronas bloqueadas y atrofiadas, despojadas del flujo vital, debilitando así al cuerpo mayor del cual tomamos nuestro ser. Pero si lo dejamos moverse a través nuestro, entonces afirmamos nuestro pertenecer; nuestra consciencia colectiva aumenta. Podemos abrirnos al dolor del mundo con la confianza que no nos puede hacer pedazos ni nos puede aislar, ya que no somos objetos que pueden quebrarse. Somos patrones elásticos dentro de la vasta red del conocimiento.

Habiendo sido condicionados a vernos como entes separados, competitivos y por lo tanto frágiles, toma práctica volver a aprender este tipo de elasticidad. Una buena forma de comenzar es practicar la simple franqueza, como en el ejercicio de “la respiración a través”, adaptado de una antigua meditación budista para el desarrollo de la compasión.


Cerrando los ojos, enfoca tu atención en la respiración. No trates de respirar en alguna forma especial, despacio o largo. Simplemente observa como ocurre la respiración hacia adentro y hacia afuera. Nota las sensaciones que la acompañan en las fosas nasales o en el labio superior, en el pecho o en el abdomen. Permanece pasivo y alerta, como un gato frente a una cueva de ratón

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Mientras observas la respiración, notas que ocurre por sí misma, sin tu voluntad, sin tu decisión de inhalar o exhalar cada vez … es como si fueras respirado – respirado por la vida … Igual que todo el mundo en este cuarto, en esta ciudad, en el planeta actual, es respirado, sostenido, en una vasta red respirante de vida.

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Ahora visualiza tu respiración como un chorro o un listón de aire pasando a través tuyo. Míralo fluir subiendo por la nariz, bajando por la tráquea y yendo hacia tus pulmones. Ahora de tus pulmones pásalo a través de tu corazón. Imagínalo fluir a través de tu corazón y hacia afuera, a través de una abertura, para reconectarse con la gran red de la vida. Deja que el flujo respiratorio, a medida que te atraviesa, se te figure como un lazo que forma parte de esa enorme red, conectándote con ella.

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Ahora abre tu consciencia al sufrimiento presente en el mundo. Baja todas las defensas y ábrete al conocimiento de ese sufrimiento. Déjalo que venga en forma tan concreta como puedas … imágenes concretas de tus prójimos con dolor y necesidades, con miedo y aislados, en prisiones, en hospitales, en edificios de apartamentos, en campamentos de hambre … no hay necesidad de tensarse por estas imágenes, están presentes en ti en virtud de nuestra interexistencia. Relájate y simplemente déjalas aflorar … las muchas e incontables dificultades de nuestros congéneres, y también de nuestros hermanos y hermanas animales, mientras cruzan a nado los mares y vuelan en el aire de este planeta enfermo … Ahora inhala el dolor, como gránulos oscuros en el chorro de aire, subiendo por la nariz, bajando por la tráquea, los pulmones y el corazón, y saliendo otra vez a la red mundial … no hagas nada con los gránulos por ahora, salvo dejarlos pasar a través de tu corazón.

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Asegúrate de que la corriente fluya a través tuyo y hacia afuera otra vez; no te agarres del dolor … entrégalo por ahora a los recursos curativos de la gran red vital.

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Podemos decir junto con Shantideva, el santo budista: “Deja que todas las tristezas maduren en mí”. Les ayudamos a madurar pasándolas a través de nuestros corazones … haciendo un abono bueno y sustancioso a partir de toda esa pena … de manera que podemos aprender de ella, enriqueciendo nuestro conocimiento mayor, colectivo …

Si no se originan imágenes o sentimientos y hay sólo inexpresividad, gris y entumecida, respírala a través. El propio entumecimiento es una parte muy real de nuestro mundo …

Y si lo que te aflora no es el dolor ajeno tanto como tu propio sufrimiento, entonces también respíralo a través. Tu propia angustia es una parte integral del dolor de nuestro mundo, y aflora con él

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Si sientes un dolor en el pecho, una presión en la caja torácica, como si el corazón se quebrara, está bien. Tu corazón no es un objeto que se pueda romper … Pero si ocurriera, dicen entonces que el corazón que se rompe puede contener al universo entero. Tu corazón es así de grande. Confía en él. Sigue respirando.

… …

Esta meditación dirigida sirve para introducir el proceso de la respiración a través, el cual, una vez que nos familiarizamos con él, se vuelve útil en muchas situaciones de la vida diaria que nos confrontan con información dolorosa. Al respirar a través las malas noticias, en vez de sujetarnos a ellas, podemos hacer que se fortalezca nuestro sentido de pertenencia en la gran red del ser.
Eli

2 comentarios:

Ana Soria dijo...

He impreso el texto para llevarmelo a casa, espero que logre conciliar el sueño que se ha perdido en algúna dimensión de este cosmos, y lo busco en las noches.

Desde Andrómeda...

Anónimo dijo...

Querida Hermana,
Sin dudas, es un interesante ejercicio; y por cierto, recomendable para quienes necesiten, de algún modo desbloquear su sensibilidad con el entorno, con el medio que nos rodea. Ahora bien, quisiera hacer una breve acotación al respecto. Cabe señalar que el hecho de que esta práctica produzca una apertura en parte de nuestra Conciencia, por sí sola no nos permitirá subsanar las dolencias de nadie. Es necesario comprometerse con la Sociedad, con nuestra Patria y con la Naturaleza. Esto se logra por medio de la acción. No sirve de mucho quedarnos de brazos cruzados visualizando tragedias y contemplando pasivos la decadencia de la Humanidad. Un eremita místico, aislado del resto de los seres, difícilmente logre una Realización completa. Somos canales a través de los cuales, la Luz de la Sabiduría adquirida en nuestro camino de Autoperfeccionamiento debe ser proyectada hacia el exterior. Parafraseando a uno de mis sabios Maestros: "hemos sido colocados en el lugar indicado, exactamente en la posición correcta para cambiar el mundo". De nosotros depende ese cambio, primero en nuestro mundo interior, para luego elevarnos hacia otros planos, cumpliendo los deberes con nosotros mismos, con el resto de los Seres y con la Divinidad.

TAF