07 septiembre 2006

Meditación y Respiración II


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Primeramente hablaremos sobre la postura que debemos asumir para hacer la meditación .
Se sientan confortablemente en una silla con los pies en el suelo. Las palmas hacia arriba y encima de las rodillas o muslos.
La punta del dedo pulgar se une a la punta del dedo índice. La cabeza debe ser inclinada un poco hacia adelante. No mucho, ya que causa mareo. Los ojos suavemente cerrados mirando hacia adelante y de frente a una ventana u otro tipo de iluminación. No se siente en la oscuridad, ni tampoco use la luz de la vela, la cual causa distracción debido al movimiento de la llama. Siéntese en un lugar tranquilo sin interrupción y sin incomodidad.

La espina dorsal debe estar perpendicular al suelo. Esto no significa una posición rígida, ni tampoco una con todos los hombros caídos casi tocando el suelo. Debe estar solamente perpendicular, y esto es para obtener un enfoque mental mediante el beneficio de un tipo de deprivación sensorial. Es por esto que es bien importante que la comodidad de nuestro cuerpo físico sea adecuada y evitar de esa manera que nuestro cuerpo no se convierta en un campo de batalla entre dolores y picazones.

Es muy importante que las rodillas se encuentren por debajo del nivel de la cadera. Para las posturas de Yoga, pueden conseguirse algún colchón donde puedan sentarse y levantarse unas 6 a 12 pulgadas del suelo, dejando así las rodillas tocando el suelo y el trasero levantado.
El primer punto a trabajar es un enfoque mientras meditamos sentados. De esta forma descubrimos como nuestra mente trabaja en distraernos y también como nos mantiene encerrados en un estado normal de conciencia mental.

Para hacer esto, se sugiere tres ejercicios que deben ser hechos en diferentes días por un periodo de 5 a 10 minutos. Deben seguirlos en el orden que aquí se les da.
Ejercicio del día numero uno:

Asuma la postura de la que ya hemos hablado. Tome algunas respiraciones profundas y relájese. Con los ojos cerrados enfoque su atención en la punta de su nariz y comience a mirar sus respiraciones. Inhale y exhale suavemente por la nariz y cuente cada ciclo de respiración mientras vienen y se van. No permita su mente vagar o ser distraída por nada.
Si pierde la cuenta, empiece a contar de nuevo. Haga esto por lo menos 5 minutos. Al terminar, escriba en un pedazo de papel cuantas respiraciones pudo tomar antes de que perdiera la cuenta y cuales fueron las cosas que le distrajeron, como sonidos, pensamientos, preocupaciones, incomodidad, etc.... Es vital escribir todas estas distracciones.
La Meditación
Eli